A la hora de estudiar una oposición, algo que funciona muy bien son las técnicas de estudio. Algunas de ellas son muy conocidas como el método pomodoro, método SQ4R, subrayados, resúmenes… Pero ¿qué pasa si no te funciona ninguna? Hay estudios que aseguran que las técnicas de estudio más raras que puedes llegar a pensar funcionan. Veamos algunas de ellas.

Las técnicas de estudio más raras

Exagerar conceptos para recordarlos mejor. Esta técnica consiste en exagerar la idea clave de un texto de tal como que nos resulte fácil de recordar por su originalidad.

Asociar temas a sabores. Si mascas chicles mientras estudia, prueba a cambiar de sabor con cada tema, hay quien asegura que recordar lo que estabas saboreando te ayudará a recordar de lo que estabas leyendo. Si no te gustan los chicles prueba con fruta, caramelos, frutos secos, etc.

Hacer una canción. En lugar de leer a secas, empieza a cantar cada tema y puede que te sea más fácil recordar. Cuando ibas al colegio, ¿aprendiste los ríos cantando?

Marcar los descansos de forma divertida. El método pomodoro es uno de los más extendidos: estudiar sin parar durante una hora y descansar 5 o 10 minutos. En lugar de poner una alarma en el móvil, haz el descanso cada vez que escuches pasar el bus, cuando escuches un sonido extraño o, si estudias con música, cada vez que suene esa canción que no te gusta demasiado.

Hablar contigo mismo. Estudiar en voz alta, hacerte preguntas a ti mismo/a, explicarte la lección como si fueses tu propio alumno, etc. es un método muy efectivo para asentar conceptos.

Hacer mímica. Relaciona gestos y movimientos con conceptos. Recordar momentos en los que hacemos cosas ridículas nos pueden ayudar.

Comer sushi. Expertos en nutrición aseguran que el pescado es bueno para la memoria. Si eres un amante de la comida japonesa, puedes utilizar los makis y los nigiri para darte un premio por cada tema que termines de estudiar.

Explica lo que estás estudiando a alguien. Igual que es eficaz hablar contigo mismo, también lo es si se lo explicas a otras personas como si fueses un/a profesor/a.

Ejercicio antes de estudiar. Según un estudio realizado por el Dr Dougals B. Mckeag, de la Universidad de Indiana, hacer deporte consigue que la sangre de nuestro cerebro se extienda de una forma más fluida, por lo que seríamos capaces de aprender de una forma más rápida.

 

Aunque sin duda las mejores técnicas de estudio son aquellas que se adaptan a cada persona. Atrévete a ser creativo y a inventar la tuya propia. Si tienes alguna que te sirva y quieres compartirla con nosotros, estaremos encantados de leerte en los comentarios. Y si es una de las técnicas de estudio más raras, ¡la añadiremos a la lista!